Aunque solo rodó una pelicula con el director, Kim Novak está encuadrada, hoy en día, dentro del colectivo de "chicas de Hitchcock".
Novak (13 de febrero de 1933, Chicago, Illinois) alcanzó el estrellato de la mano de Alfred Hitchcock, a pesar de que su aspecto era más sensual y curvilíneo de lo que el maestro del suspense (y del cine en general) gustaba. Su belleza cautivó a medio mundo en los años 60, cuando tuvieron lugar sus mejores interpretaciones.
Las relaciones de éste con la actriz no fueron precisamente un ejemplo de cordialidad y prueba de este hecho son las declaraciones del propio director: "Ella tenía unas opiniones muy definidas sobre sí misma: su pelo tenía que ser siempre el mismo color rubio que le hizo famosa; no debía llevar trajes bajo ninguna circunstancia. Vino a mi casa sin que yo la hubiese visto antes previamente, y trajo estas condiciones. Le dije: Mire señorita Novak, usted se pone el color de cabello que quiera y lleve puesto lo que quiera, con tal que todo esté de acuerdo con el tema a interpretar.
Vértigo ......la mejor Madeleine y Judy imaginable. Quizás si Hitchcock hubiera conseguido que su admirada Vera Miles interpretara el papel la película no hubiera alcanzado el nivel que posee. Kim Novak realizó una interpretación perfecta que, si bien no convenció a Hitchcock, cautiva por su naturalidad y sencillez. "Si hubiéramos tenido a una brillante actriz que hubiera creado realmente a dos personas claramente diferenciadas, el resultado no hubiera sido tan bueno. Parecía tan ingenua en su papel, y eso fue lo mejor. Siempre resultaba creíble. No había "arte" en su actuación, y es por eso precisamente por lo que todo funcionó tan bien.
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