lunes, 5 de febrero de 2007

amator




Hay una parte de la obra cinematográfica de Krzysztof Kieslowski que ha quedado un poco oculta tras el protagonismo que ganaron las películas de la trilogía de los colores. Alguna parte del público se interesó por sus trabajos anteriores en especial por el decálogo y quizá por La double vie de Véronique (La doble vida de Verónica, 1991), pero si uno mira más atrás hay una serie de largometrajes como Przypadek (El azar, 1981), Amator (El aficionado, 1979) y Blizna (La cicatriz, 1976) y una larga serie de cortos documentales que no han sido ampliamente difundidos. Entre todas estas obras destaca Amator uno de sus primeros largometrajes en el cual desarrolla la historia de un obrero de una fábrica de un pueblo cercano a Cracovia que se transforma en cineasta. Es por tanto una película, quizá la única que lo haga de manera tan explícita en la filmografía de Kieslowski, que trata sobre el problema del cine. Y es bastante singular porque es uno de los primeros largometrajes de ficción del director luego de haber rodado varios cortos documentales. Varios de estos cortos tienen una ligazón bastante fuerte con Amator, dado que el estilo de cine documental que hace Filip, el obrero de Amator, es muy similar al que desarrolló Kieslowski en su paso por el cine documental.
Amator es una historia sobre el desarrollo del cine dentro del individuo, de cómo aparece casi por accidente a partir de una búsqueda, llamémosla ingenua, de las imágenes en movimiento como mecanismo de memoria personal y familiar. Filip quiere grabar a su hija recién nacida y desde allí comienza una aventura armado de una cámara de super8. El proyecto inicial, un diario familiar íntimo, va dejando poco a poco, y a veces muy accidentalmente, de ser una afición para convertirse en una parte significativa de la vida del personaje. Hecho que el mismo Filip no es capaz de expresar coherentemente cuando le dice a su esposa que ha encontrado algo dentro del cine, que no sabe qué es, pero que es algo grande y que puede ser mayor que la felicidad que da la paz y la tranquilidad del hogar.
Filip se hace cineasta por sus propios medios, primero como camarógrafo, luego como montador y finalmente como realizador y como autor. En principio él sólo quiere mostrar “lo que está ahí”, y de esa manera permite que en sus cortos documentales se combine la presencia de altos cargos burocráticos del sindicato de su empresa con las palomas que pasan por la ventana. Poco a poco irá construyendo un discurso cinematográfico propio e irá descubriendo que el cine es un lenguaje. Pero su consigna será siempre mostrar las cosas que pasan en la vida real. Este enfoque lo llevará a tener conflictos con el director de la empresa quien es quien financia las aventuras cinematográficas de su empleado.
En Amator, Kieslowski compone un ambiente de producción cinematográfica asociado al mundo de la fábrica y del trabajo, en medio de un pequeño pueblo de Polonia a finales de los años 70, donde el desarrollismo comunista construía grandes urbanizaciones y complejos sistemas industriales. Es el mismo director de la empresa quien anima a Filip a que lleve su cámara por fuera del espacio familiar y la haga testigo de los acontecimientos sociales, en este caso de una fiesta de la empresa. Para el director de la fábrica el cine es un importante instrumento y Filip se encarga de recordarle que fue Lenin quien había subrayado la importancia del cine. A partir de esa relación la película nos propone un ambiente en donde el cine debe luchar por abrirse un espacio dentro del control que ejercen los productores, en este caso el director de la empresa, lucha que se configura a la vez como una búsqueda de una expresión personal (el nacimiento de un cine de autor) y una oposición a los intentos de control de parte del poder.
Amator es entonces una película sobre la relación entre el poder y la creación cinematográfica. Filip debe recortar algunas escenas de su película a petición del director. Pero luego cuando exhibe el documental en un festival de cine, pone nuevamente estas escenas y son éstas las que más admiración reciben por parte de la crítica. Señalando aquí la importancia que juega esa parte no funcional desde el punto de vista narrativo de ciertos estilos del cine y que normalmente son rechazadas por la censura política o económica por no ser “útiles”.
El cine dentro del cineEn Amator son bastante significativas las presentaciones de cine que se hacen en público. Una de ellas es la entrega de premios del Festival en donde los jurados discuten el veredicto abiertamente y el cine se convierte en un problema de discusión pública. Allí Kieslowski aprovecha para hacer una crítica de ciertos personajes comunes en todos los ambientes del. Uno de ellos es “el bicho raro” que siempre está en contra de todo y que con su lenguaje enrevesado y pose crítica intenta descrestar a la audiencia para luego cumplir como el más servil empleado las órdenes de su jefe en un canal de Televisión. Igualmente relevante es la aparición de Krzysztof Zanusi, director polaco muy apreciado por Kieslowski. Filip asiste a la presentación de una de sus películas y lo invita a que haga lo mismo en el cineclub que tienen en su pueblo. Zanusi acepta y en la presentación que hace en este cineclub los vemos entablando una discusión con los participantes luego de la presentación de la película. Este es un sencillo homenaje de Kieslowski no sólo a la obra y figura de Zanusi sino al cineclubismo y el papel que juega éste en la difusión del cine especialmente en las pequeñas y/o alejadas comunidades. Kieslowski parece conocer bien esos lugares donde el cine no sólo va a verse sino también a discutirse y a establecer las condiciones necesarias para crearse.
El cine y el conflicto personalLa historia del cine en la vida personal de Filip como en la de muchos de los que acercan intensamente a él es una historia de conflicto. Aunque la película narra de alguna manera el “éxito” de Filip, pues sus películas empiezan a ganar reconocimiento, en otros aspectos se trata de una pérdida pues su “paz y tranquilidad” familiar desaparecen y sus relaciones en el trabajo se vuelven cada vez más conflictivas. En suma, se trata del cine transformando la vida del realizador y afectando a su comunidad más cercana. Esta transformación es siempre conflictiva en la visión de Kieslowski: una fuerza grande desde el interior va mostrando el camino de la expresión cinematográfica y al seguir ese camino se generan una serie de conflictos familiares y sociales inevitables que ponen al realizador entre el cine y el resto del mundo. El primero sólo tiene su creación y se muestra incapaz de expresar por fuera del lenguaje del cine cuál es esa fuerza que lo lleva a arriesgar todo para poder mostrar “lo que está ahí”. Allí se plantea un problema ético central en la creación documental y del cine en general y que se puede plantear como la relación entre los deseos del director de mostrar la realidad tal como se presenta ante sus ojos y las consecuencias que la revelación de esos hechos tiene para las personas involucradas. El final de Amator nos muestra la toma de conciencia de Filip de esa dimensión ética del problema cinematográfico. Su (nueva) cámara apunta hacia sí mismo en primer plano. Ahora es él quien nos cuenta la versión de su propia vida, no mediante imágenes directas sino mediante la reconstrucción de su propia historia. Es este el nacimiento del cine de ficción en la obra del personaje Filip y quizá también en la del director Kieslowski.

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